Tardes de mariposas

No se coser, ojalá supiera! Pero he hecho siempre cositas, puntada tras puntada. Ni por asomo he tocado una máquina de coser jamás, será una tontería pero me da mucho respeto. Sin embargo, siempre me ha gustado y llevo unos días jugando con telas, alfileres e hilos. Aquí tenéis mis primeros trabajos. El segundo ha quedado mejor acabado que el primero, al menos a mis ojos, a ver cómo queda el siguiente! 😉😉

Hace mucho que no publico nada en este blog pero eso no significa que no tenga novedades. Durante todo este tiempo han pasado muchas cosas, he pintado paredes, vaciado y redistribuido armarios, redecorado estancias y he reciclado muebles! Esto último ha sido sorprendentemente entretenido además de muy gratificante y divertido. Lo cierto es que tuve ayuda en muchas ocasiones, y tanto Ada como Cati aprendieron conmigo y ya lo han puesto en práctica en varias creaciones. Tenía una cajonera que había sido el complemento de la cuna de Ada, de madera de nogal, de muy buena calidad y en buen estado, pero que no encajaba en ningún rincón. Hasta entonces había estado en la típica habitación multiusos que algunos tenemos y que también pedía a gritos su propia organización, así que una vez ese cuarto estuvo pintado y adecuadamente iluminado se convirtió en mi estudio/biblioteca/taller y aquella cajonera... sobraba. Iba a deshacerme de ella, la coloqué en la entrada para que mi tío me ayuda...

De vuelta al mixmedia! Metal, bisutería en desuso, papel, madera trabajada con polvos de embossing, alguna puntilla, algún botón, gesso y los maravillosos sprays de la mágica pintura de Lindys Stamp Gang: una explosión de azul profundo para un profundo amor.

Dicho y hecho! Ya era la segunda vez que oía decir a alguien que hacer una tiara o una corona no era tan complicado, así que la idea empezó a rondarme por la cabeza y antes de que me diera cuenta estaba viendo un par de tutoriales, y dirigiéndome a una tienda especializada para comprar cuentas, alambre y hasta unos alicates adecuados. Teniendo en cuenta que lo que pretendía hacer era una tiara pensando en el ballet de La Bella Durmiente elegí cuentas Swaroswki, cuyo brillo puede lucir magníficamente desde el escenario, de 4 y 8 mm, que combiné con otras de cristal checo, aparentemente menos brillante pero más asequible, así como bolas de latón dorados de dos tamaños diferentes. Buscaba colores dulces, armoniosos entre sí y adecuado para el tutú de Aurora: rosa, caramelo, blanco, oro... Lo cierto es que fabriqué una maravillosa tiara! Pero quizás demasiado pesada para bailar con ella... La deshice y sustituí en algunas partes el alambre de alpaca de 0,8 mm por otro de 0,6 y...